¿Recordáis esos años en los que todo cuánto más vistoso mucho mejor? Yo la recuerdo con cariño. Se hacían carteles publicitarios de colores estridentes y luminosos que eran tan fosforitos y parpadeantes que a veces te daba miedo que algún epiléptico los mirara por demasiado tiempo. Esa época pasó a mejor vida hace ya varios años y toda la publicidad en general, y los carteles en particular, empezaron a ser más comedidos y elegantes. Y es que, como en todo, en publicidad y marketing también hay tendencias.
Sin embargo, esta moda está volviendo a pegar fuerte en ciertos sectores y para ciertas decoraciones. A día de hoy, incluso hay quienes cuentan con luminosos de neón colgados en sus paredes de cocinas, salones o dormitorios a modo decorativo. En Oh My Neon nos han contado que son muchos los jóvenes que se independizan y buscan una decoración especial para sus nuevas viviendas, e incluso que quieren redecorar sus habitaciones privadas en la vivienda familiar. Los modelos más vendidos para este tipo de decoración juvenil son los flamencos rosas, normalmente solicitados por chicas, frases conocidas como “c´est la vie” para solones e incluso despachos, y luminosos de neón con forma de “birras” para los jóvenes recién independizados que quieren colgarlos en cocinas e incluso salas de estar.
Pero ¿se usan de igual modo en los negocios? En realidad este tipo de neones personalizados se están instalando más a modo decorativo (aunque promocionen ofertas o negocios) que como alerta publicitaria. Es común, hoy en día, encontrar tiendas de moda con un cartel de neón flexible en el escaparate, o en colgando de alguna de sus paredes, con el texto “Rebajas”. Este tipo de carteles llama la atención, está claro, pero también forma parte de la estética del local.
También hay muchos restaurantes que utilizan este tipo de neones para informar sobre sus productos, como el clásico “Gluten Free” o las peluquerías que también disponen de servicio de manicura y lo anuncian mediante un neón colorido de uñas.
El color se asocia con juventud
Si buscamos carteles publicitarios coloridos en Google encontraremos que aparecen carteles predominantemente de productos pensados para niños o jóvenes. De hecho, a primera vista destacan notablemente los carteles de helados y heladerías así como los carteles de productos ecológicos que pretenden demostrar al público objetivo a través del color que las frutas y verduras ecológicas son más sanas que aquellas que no lo son.
Sin embargo, me llama especialmente la atención un cartel publicitario de Coca Cola que contiene el lema “live on the side of life” (Vive del lado de la vida) con un fondo rojo afresado y lleno de divertidas formas y motivos coloridos saliendo de la botella de cristal del refresco de cola más famoso del mundo. Hay otros carteles de esta colección publicitaria que también son muy llamativos, con tonos rojos pasión y bajo el mismo lema, pueden considerarse más impactantes, por el tono del rojo usado, pero menos divertidos por lo que probablemente están destinados a un público menos juvenil.
Los carteles de conciertos y de colectivos LGTBI también aparecen en repetidas ocasiones pero hablamos de dos sectores que se asocian notablemente con el colorido capaz de llamar la atención. De hecho, recuerdo un evento gay al que fui invitada donde destacaban notablemente varios penes gigantes de neón en diversos colores decorando todo el recinto.
La publicidad que se hizo para dicho evento fue, por supuesto muy llamativa también y muy acorde al arcoíris, símbolo del colectivo.
¿Pero sabéis qué es lo realmente curioso? Pues que este tipo de carteles de neón son de los años 90 y, sin embargo, cuando se quiere imaginar un futuro en cualquier ciudad (no hablo de futuros apocalípticos) para plasmarlo en una ciudad concreta, ya sea ficticia o real, se tiende a llenar todo de publicidad y avisos de neón, muy llamativos, en edificios y cualquier espacio posible. Es como si se asociara la luz, el color y, por supuesto, la tecnología de esos productos a un futuro imaginario aunque esos neones eran típicos de la publicidad y la cultura de los 80-90, y el motivo lo desconozco aunque tengo mi teoría. Y es que esas ciudades llenas de luminosos y pantallas gigantes a todo color recuerdan, muchísimo, a la publicidad que podemos ver en Nueva York, en Time Square. Por eso, y sin haber investigado demasiado al respecto, creo que esa idea de un futuro lleno de publicidad luminosa y anuncios en pantallas de gran formato proviene de esa avenida neoyorkina y de todas las películas que la muestran en pleno apogeo repleto de gente.
También podemos encontrar zonas con paisaje similar en Londres y en Bordway, pero podríamos decir que la más típica y marketiniana es Times Square.
Ahora bien, ¿fueron los neoyorkinos los primeros en instalar algo así en una zona con tanto tráfico? Pues tengo mis dudas porque el uso de pantallas de publicidad led y luminosos de neón de forma tan exagerada se ve mucho, pero mucho mucho, en Japón.
En un principio se optó por los televisores pantalla plana, pero su impacto, aunque fue bien recibido, no fue el esperado, ya que los mismos no contaban con el tamaño ni la nitidez debida para transmitir la imagen, pasaban por ser un medio de entretenimiento, más no una estrategia de atención de mayor clientes, naciendo de aquí la idea de crear pantallas led, sobre todo las pantallas de led gigantes, para la publicidad.
En efecto, éstas guardan una semejanza a los televisores de la misma tipología, pero divergen en que sus proporciones son mucho más grandes, la magnitud de sus colores y contrastes son superiores, pudiendo transmitir imágenes videos sin que estos se píxelen y con una luminosidad llamativa y realista.
El poder de atracción que estas pantallas tienen, se fundan en su luminosidad, la cual, como bien te señalamos con anterioridad puede ser perfectamente calibrada, por tal razón, es una de las mejores opciones para tu empresa.
Y lo mejor de todo esto, es que la tecnología ha avanzado tanto que la fabricación y diseño de las pantallas led, inmiscuye materiales de primera calidad, que han aprobado todas las normativas de conservación del ambiente.