Dicen que si quieres que algo cambie tienes que hacer por ello. Estamos acostumbrados a esas personas, por poner un ejemplo podemos hablar de políticos, de entrenadores de fútbol o gestores de empresas, que piensan que será el tiempo el que lo cambie todo. No hacen nada por modificar una situación. Si está bien, ya se sabe, “para que tocar lo que va bien”. Pues en este caso para mejorar y para que las cosas vayan mejor. Y luego están los que piensan que para que modificar algo “ya vendrá otro que lo haga o el tiempo lo cambiará”. Y así es como el mundo va girando, los días pasando y la sociedad se hace más mediocre.
Son esas personas que tienen ganas de cambiar el mundo, aunque vaya bien, las que finalmente acaban sacando la cabeza y triunfando. Son personas a las que no las importa arriesgar e incluso, por qué no decirlo, caerse. Porque lo bueno de esta vida no es caerse, sino levantarse. Siempre pongo el ejemplo de uno de mis mitos Michael Jordan, cuando cuenta que en su vida perdió muchos partidos, por supuesto no ganó todos. “He fallado una y otra vez en mi vida, y es por eso que tengo éxito.» El que fuera líder de los Bulls comprendía la importancia de aprender de los fracasos y verlos como oportunidades para mejorar y crecer.
Pues bien, la historia que hoy os quiero contar es lo que ocurre cuando una persona con hambre, con ganas de cambio y de seguir creciendo llega a una empresa. De cómo los cambios pueden hacer que una empresa recupere su identidad, su prestigio, sus éxitos y, sobre todo, la confianza y la ilusión de sus empleados. Algo que muchas empresas no se preocupan y que es básico para el buen hacer y desarrollo de la gestión.
Hace unos meses llegó a nuestra empresa, María, una profesional de recursos humanos. De esos cambios que cuando llegan no sabes para qué. Siempre piensas que se trata de un movimiento más para colocar a gente conocida. Pero no, por suerte, hay empresa y personas que no piensan así. En este caso fue contratada con la misión de revolucionar la gestión del talento humano en la organización. Al llegar, se encontró con un departamento de recursos humanos obsoleto y poco eficiente. Y este es el problema de muchas empresas que se han quedado ancladas en el pasado.
Cambio radical
Desde el primer momento su palabra favorita fue “cambio”. Algo que mucha gente siente pavor cuando la escucha y que se trata en muchos temas relacionados con la psicología. Un cambio radical que llegó en la gestión de recursos humanos de la empresa. Su primera medida fue implementar una estrategia de publicidad para atraer talento nuevo y mejorar la imagen de la empresa. Y es que no somos conscientes de la importancia que tiene de cara al exterior. Para ello utilizó las redes sociales y creó videos y contenido atractivo que mostraba la cultura de la empresa, sus beneficios y oportunidades de crecimiento. Esta estrategia dio resultados rápidamente, atrayendo talento de alto nivel a la empresa. La verdad es que al principio no dábamos crédito.
Jornada
Una de las medidas más importantes que María implementó fue el registro de jornada laboral. Introdujo un sistema de control de horario para todos los empleados, lo que permitió tener un mejor control de la productividad y el tiempo empleado en cada proyecto. Esta medida no solo aumentó la transparencia en la empresa, sino que también optimizó el uso del tiempo y mejoró la productividad general. Fue tan fácil (o eso parece) como instalar la herramienta Kairos, una plataforma de gestión de registro de jornada laboral con varias opciones que sirvió para cambiarlo todo.
También puso en marcha la creación de proyectos y equipos de trabajo interdisciplinarios, promoviendo la colaboración y el intercambio de conocimientos y experiencias. Gracias a la puesta en marcha de estas medidas, tengo que reconocer que María logró revolucionar por completo la gestión de recursos humanos en la empresa. La cultura organizacional se transformó, generando un ambiente de trabajo más colaborativo, transparente y productivo. Los empleados nos comenzamos a sentir más valorados, pero sobre todo, más integrados en la marca
En definitiva, la llegada de una profesional de los Recursos Humanos con ganas de hacer cambios sirvió para convertirla en un lugar más atractivo y eficiente para trabajar. Una visión de las cosas mucho más innovadora y unas medidas eficaces y modernas lograron transformar la empresa, que hasta hace unos meses era una empresa arcaica y sin motivación entre sus empleados.