Hay una cosa que no se puede negar y es el hecho de que la publicidad bien hecha funciona… y mucho. Si no fuera así, está claro que las grandes marcas hubieran dejado de invertir en esa publicidad hace demasiado tiempo. Y es que hablamos de la mejor manera que tenemos de promocionar todo lo que está ligado a nuestro negocio. Aunque es cierto que la manera de hacer publicidad sí que ha cambiado y que lo digital se ha impuesto a todas las formas tradicionales de publicitarse, el fondo de la cuestión sigue siendo el mismo: darse a conocer para obtener los réditos que necesitamos para salir adelante.
Vamos a realizar un análisis, a lo largo de todo este artículo, de lo que tiene que ver con la publicidad en un sector tan concreto como el de la joyería, que es uno de los que tradicionalmente se ha debido a un público mucho más concreto. No todo el mundo compra productos que tengan que ver con el mercado de la joyería y ese es el motivo por el que las empresas que tienen que ver con él suelen apostar por la publicidad. La verdad es que uno de los secretos de que esta actividad siga muy viva a día de hoy es la publicidad que realizan sus empresas.
Según una información publicada por el portal web Modaes, el sector de la joyería cerró el año 2022 con un incremento de las ventas del 7%, una cifra de lo más interesante y que mostraba que las cosas en esta actividad siguen funcionando incluso mucho mejor de lo que las previsiones de los expertos decían. Aunque es cierto que la pandemia ocasionó problemas a lo largo de los años 2020 y 2021, las cosas han cambiado y la vuelta a la normalidad ha deparado un porrón de buenas noticias para el mercado de la joyería, al menos en España.
La publicidad ha sido un factor elemental en lo que respecta al posicionamiento y popularidad del mercado de la joyería en España a lo largo de los últimos años. Hemos tenido acceso a la inversión publicitaria y a los beneficios de varias de las empresas que forman parte de este sector y os podemos decir que la publicidad funciona. Vemos un ejemplo claro de ello en los registros de la joyería Lorena, que destaca por su gran catálogo y buena gestión de la tienda online, que ha visto reforzados sus ingresos en una proporción de cuatro a uno con respecto a la inversión publicitaria ejecutada con anterioridad.
Que se produzcan situaciones como la que acabamos de comentar es algo habitual sobre todo si se ha producido anteriormente un estudio de mercado y se apuesta por el modelo de marketing más apropiado en función de nuestro público objetivo. Está claro que todo lo que sea promocionarse en los diferentes medios digitales, a través de una buena web y perfiles en diferentes redes sociales, es idóneo para dar a conocer un negocio que tenga que ver con el negocio de la joyería.
Un público que cada vez es más heterogéneo
Antes decíamos que el público de los negocios especializados en joyería era muy concreto. Tradicionalmente, eran mujeres de mediana o avanzada edad las que solían adquirir productos como los que venden este tipo de negocio, pero lo cierto es que las cosas, como la vida, están cambiando y no hay que cerrarse ninguna puerta. Ahora, el público que se encuentra abierto a comprar joyas también engloba a hombres y, sobre todo, a jóvenes de ambos sexos. Que haya personas jóvenes interesadas en productos de joyería dice mucho de las posibilidades que tienen ahora los comercios de este ámbito.
Que el público sea tan heterogéneo quizá sea el motivo por el cual las joyerías hayan invertido tantos esfuerzos y dinero en lo que tiene que ver con diferentes estrategias ligadas al marketing digital. De otro modo, quizá ese esfuerzo no existiría o se hubiera limitado mucho más. Lo que es evidente es que la publicidad funciona si se hace bien y si se invierte en los canales adecuados. Si no fuera así, está claro que la situación sería otra completamente diferente a la que hemos venido comentando en los párrafos anteriores.
El camino que hay que seguir de cara a los próximos años ya está marcado. Lo único que es necesario en lo que respecta a la publicidad en joyerías es irse adaptando poco a poco a las nuevas tendencias que vayan surgiendo para que la rentabilidad de nuestro negocio siga siendo la que esperamos que sea. Si, por el contrario, nos vamos quedando cada vez un poquito más atrás lo que puede ocurrir es que necesitemos hacer una campaña digital mucho más potente para intentar equipararnos a nuestra competencia. No es buena idea ir dos pasos por detrás.