De todos es sabido que la imagen corporativa de una empresa puede suponer el éxito o el fracaso de la misma. De ahí que se le dé tanta importancia. Ahora bien, la imagen corporativa se conforma desde muchos puntos de vista diferentes, desde el diseño del logo o la página web hasta la limpieza e higiene que tengan sus oficinas, por eso hoy vamos a desgranar un poco qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de diseñar y poner en marcha la creación de una buena imagen corporativa.
En la imagen corporativa hay muchos elementos que pueden influir, tales como edificaciones, presentación de productos, marca o nombre, color, personajes, iconos, música, comunicación, medios, isotipo, logotipo, monograma, eslogan, emblema, pictograma, anagrama, logograma, imagotipo, etc. Pero todo depende de la empresa en cuestión, del sector al que pertenezca y del tipo de clientes que pretenda captar.
Grandes empresas
Pensemos primero en una gran empresa con oficinas, fábrica y una producción importante. Lo primero que deben hacer es definir su filosofía y poner en marcha una buena campaña que incluya el diseño de lototipos, eslóganes e incluso embalaje de productos. Para ello, lo mejor es contratar a profesionales como los de esta empresa especializada en diseño de imagen corporativa en Sevilla, Empacke.
A veces, los publicistas tendemos a pensar que un buen logo con un buen eslogan podemos crearlos nosotros mismos con un poco de creatividad, pero no es así, los publicistas expertos en este tipo de imagen pasan años estudiando los colores, las formas y los estilos antes de concretizar un logo que siempre ha de ir dirigido a un público en concreto, dependiendo de lo que venda la marca y para quién este pensado.
Otro elemento fundamental que necesitará la empresa para conseguri una buena imagen en la sociedad es una campaña de responsabilidad social empresarial, o marketing responsable, porque es con este tipo de campañas con las que se consigue que la sociedad se cree una imagen positiva de nuestra compañía. Ayudar al prójimo o a nuestro ecosistema nos ayuda a nosotros mismos, somos así de hipócritas, pero el caso es que funciona.
En las oficinas de la empresa, que serán más visitadas por clientes que la fábrica en sí, todo el equipo de trabajadores y trabajadoras deberá seguir las mismas directrices y filosofía que hayan marcado desde la cúpula, pues ellos también son imagen corporativa de cara al público objetivo, así como la limpieza del edificio, la decoración e incluso lo informatizado que esté todo.
PYMES
Pensemos ahora en una empresa pequeña, por ejemplo en un bar de tapas. Ahora ya no importa tanto el logo ni la campaña de publicidad, ni siquiera tiene la misma importancia el marketing empresarial (aunque todo ayuda), pero hay cosas que en este tipo de negocio cobran más importancia como, por ejemplo, la atención al cliente, la amabilidad de los empleados (camareros sobre todo y barman), la higiene del salón, terraza, aseos, y cocina (aunque ésta casi nunca se vea), etc.
Al cambiar el público hacia el que se dirige la empresa, el ámbito de actuación (internacional, nacional, local, etc.) y, por supuesto, al cambiar el sector, todo el planteamiento que debemos tener en mente para conseguir una buena imagen corporativa cambia radicalmente, pero el fondo sigue siendo el mismo: conseguir que la percepción de la empresa por parte de su público objetivo sea lo más positiva posible.
Al final, como en cualquier trabajo que realicemos, somos nosotros, los publicistas, los que debemos adaptarnos a la empresa y no al revés. Tened esto siempre presente.