Ya nadie duda, que en en el mundo de hoy, tener presencia en Internet es fundamental para cualquier empresa. Es la forma más eficaz que existe hoy para darse a conocer. Y no solo eso, es que además, si no estás en la red, es como si no existieras. Hasta ahí bien. Pero esto no es suficiente. No basta con estar ahí. Es necesario posicionarse y saber venderse como marca, fidelizar al cliente actual y llegar a millones de potenciales clientes. Sí, este es el secreto del éxito en Internet y no la mera presencia. En este sentido, la imagen creada por el cliente es fundamental.
Reputación online en la era actual
La imagen, en el mundo actual, es más importante que nunca, y en la red, todavía lo es más. Por eso, es vital para cualquier empresa, cuidar su imagen en la red, pero no la que ella misma crea, esto es, su imagen de mara, sino su reputación online, sobre la que influyen directamente los usuarios. De esto dependerán buenas partes de la ventas y por lo tanto, de los beneficios de cualquier empresa, independientemente del sector en el que se mueva o de sus dimensiones.
La reputación online no es algo que se gane de la noche a la mañana. Es necesario trabajar día a día, a todas horas, porque la red, amig@, no descansa nunca. Porque aunque tu página web sea perfecta, cuentes con un blog con contenidos originales o novedosos, videos informativos e imágenes estupendas. Aunque tu web sea responsiva, intuitiva y de fácil manejo… si tus clientes tienen una mala opinión de ti en la red, siento decírtelo, pero estás perdido. La imagen que se crean los usuarios de tu empresa está condicionada por las opiniones de terceros, y te guste o no, en la era digital, ell@s tienen la última palabra.
Nunca como ahora el cliente había participado tanto del éxito o el fracaso de una organización. Gracias a la red, el consumidor tiene la oportunidad de valorar, de juzgar, de opinar, de hablar de sus propias experiencias y de su relación con la marca. Tienen voz y voto, deciden, influyen en las decisiones de compra de otros usuarios de la red y marcan el destino de un producto o servicio. Por tanto, hay que tratarlos bien, mimarlos, porque, sin lugar a dudas, pueden ser una poderosa estrategia de marketing online.
El 80% de las personas investigan en la red antes de realizar sus compras, aseguran en Repunta, especializada en la compra de opiniones de personas reales y reseñas con imágenes incluidas, que pueden ayudar enormemente a cualquier empresa, independientemente de su naturaleza o tamaño, a mejorar su reputación online. Porque aunque tengas malas críticas, si tienes muchos comentarios buenos, los usuarios y usuarias no tendrán en cuenta las primeras. Ten en cuenta que las opiniones de los clientes no se pueden quitar y si no son creíbles, es como si nada. No importa que tengas un buen producto, a veces los clientes pueden ser muy crueles y no puedes dejar que te amenacen con hundirte en la red, con destruir tu reputación online. Coge la sartén por el mango y que las opiniones negativas te resbalen, porque contratando un servicio de estas características, tendrás un montón de comentarios positivos, que harán que los malos pasen totalmente desapercibidos.
Qué es la reputación online
La reputación Online es el conjunto de elementos que reflejan el prestigio y el valor de una marca, como pueden ser la información creada por la propia marca, como aquella que ha sido aportada por los consumidores o los internautas. Pero aunque la imagen de marca esté directamente relacionada con la reputación online, no es exactamente lo mismo, y muchas personas confunden ambos términos.
La imagen de marca es creada por la empresa mediante campañas publicitarias, y por lo tanto, es la empresa la que controla la imagen que quiere dar al público. Pero la reputación Online está determinada por la información y las opiniones de terceras personas, principalmente los usuarios y usuarias de la red. Porque en Internet todo fluye, y los comentarios corren por Internet a la velocidad del rayo, y es muy fácil publicar todo tipo de mensajes en foros, blogs, redes sociales o plataformas.