Cómo estudiar diseño digital.

Estudiante de diseño gráfico

El diseño es una de las áreas profesionales con más salida en el mercado laboral en estos momentos. Sobrepasa el campo de la publicidad y del marketing y se sumerge de lleno en el ámbito producción. Todas ellas son aplicaciones prácticas del diseño. Te contamos cómo están relacionadas y cómo puedes formarte en ellas a día de hoy.

El diseño es una aplicación técnica del arte. Consiste en trasladar la creatividad a la fabricación y comercialización de productos. Haciéndolos más atractivos, prácticos y seductores para los consumidores.

Hoy, el diseño, en cualquiera de sus especialidades, es una carrera universitaria. Principalmente, se imparte en academias privadas. Aparte de tener habilidad con el dibujo y una mente creativa, el estudiante de diseño debe adquirir conocimientos matemáticos, dominar las tecnologías digitales y tener nociones de neuropsicología y de marketing.

En la Plaza de Les Glories de Barcelona se encuentra el museo del diseño. Una exposición fija que hace un recorrido por más de 200 años de historia de esta disciplina. En él puedes ver carteles publicitarios, ejemplos de maquetación de revistas, objetos de fabricación industrial que utilizamos en la vida diaria, vestidos y algo de arquitectura. Así como la evolución que han experimentado en los dos últimos siglos.

Este interesante museo pone de manifiesto como las diferentes ramas del diseño están interrelacionadas: el diseño gráfico, el diseño publicitario, el diseño industrial, el diseño de modas y, actualmente, el diseño digital.

Una aplicación del arte que está íntimamente ligada a la producción. Si un artista, en cualquiera de sus disciplinas, está condenado a subsistir en espera de alcanzar una notoriedad que revalorice su trabajo, y que tal vez no le llegue en vida, el diseño es una profesión que permite que toda esa vena artística repercuta en un buen nivel económico para el diseñador.

La escuela Bauhaus.

No se puede entender el diseño actual sin la Escuela Bauhaus. Una academia que funcionó en Alemania entre 1919 y 1933. Esta escuela bebe directamente de las vanguardias de principios del siglo XX, especialmente de las vanguardias soviéticas que aparecen después de la revolución rusa, y de la concepción de arte total. Dándole un carácter eminentemente práctico.

Cuenta la revista Polis 24 que después de la Primera Guerra Mundial, aunque Alemania era una potencia industrial, también era un país profundamente devastado. Un grupo de intelectuales y artistas vieron en el diseño una forma de reconstruir la economía y la industria del país. Para eso se pusieron manos a la obra para formar una generación de profesionales que dieran un nuevo brío a la industria.

Hoy, industria y diseño los vemos interrelacionados. Países como Italia han hecho del diseño la seña de identidad que revaloriza sus productos. Lo apreciamos en la moda, en el calzado y también en la automoción. Esta relación no estaba tan clara a principios del siglo XX. Fue la escuela Bauhaus quien la puso sobre la mesa. La profesión de diseñador industrial y diseñador gráfico nacen en esta escuela.

En la escuela Bauhaus, entre otras carreras, se impartía arquitectura y diseño industrial. No solo formaban a los estudiantes, aplicaban sus conocimientos. Los edificios donde se impartían las clases estaban diseñados por profesores y alumnos. Influyeron en la vida cotidiana, diseñando muebles y objetos que cedían a las fábricas. Se introdujeron en el diseño gráfico y publicitario. Produciendo impactantes carteles que buscaban promocionar sus cursos y atraer nuevos alumnos a sus instalaciones.

En 1926 publicaban su propia revista, donde compartían con el mundo su visión sobre el diseño, dentro de una maquetación y estructura editorial alineada con líneas estéticas de la institución.

En cuanto al diseño, la Bauhaus apostaba por las líneas rectas, por un enfoque simple, casi minimalista y por la estética industrial. Respecto a la publicidad, le daba protagonismo a la imagen sobre el texto, empleando sobre todo la fotografía editada y usando frases cortas, pero directas que incitaban a tomar acción.

Diseño publicitario.

El diseño es una parte importante de la publicidad. Los carteles y los anuncios gráficos son producto del trabajo de diseñadores gráficos y publicitarios. Si me apuras, hasta la estética de un spot en vídeo, está concebido, en cierta manera, por estos diseñadores.

La publicidad y el diseño se adaptan al ritmo de los tiempos. Están en coherencia con el momento histórico en el que se desarrollan. Para persuadir y seducir al consumidor para que compre un producto o servicio, primero se debe conectar con él. Esto lo podemos ver en las formas que adopta el diseño publicitario a lo largo del tiempo. El Instituto Peruano de Publicidad, en su revista Free Content, habla de las tendencias que imperan en el diseño publicitario a día de hoy. Son estas:

  • Realidad virtual / realidad aumentada. En el uso de este recurso influye el auge de la tecnología digital: el diseño asistido por ordenador y el metaverso, un universo digital paralelo. Conceptos que conectan con una parte de la audiencia potencialmente consumidora, especialmente con el público más joven.
  • Uso de la animación y gráficos en movimiento. Indudablemente, el vídeo se ha convertido en uno de los soportes de contenido que más consumimos. Dentro del vídeo, resulta interesante la animación. Conecta con los cómics y con los dibujos animados con los que crecimos. Aparte de eso, con la cantidad de videos publicitarios que se producen en la actualidad, elaborar un video con animación por ordenador sale más económico que contratar actores para grabar anuncios.
  • La adaptación a internet y a las redes sociales. Hoy internet se ha convertido en la principal valla publicitaria. La posibilidad de fragmentar las audiencias hace que la publicidad llegue a un público más seleccionado que con la publicidad generalista tradicional. El empleo de internet y las RR. SS. obliga a utilizar formatos adaptados a estos canales.
  • El storytelling. El arte de seducir por medio de una historia que conecte con el espectador y/o con la que se pueda sentir identificado, se ha convertido en uno de los recursos más efectivos en la publicidad. Hoy, hasta una imagen debe tener una historia detrás.

Diseño industrial.

La tecnología digital tiene una influencia directa sobre el diseño industrial. Los profesores de Controlmad, un centro de formación grasshopper para empresas, que desde su inauguración en el 2011 se han caracterizado por el uso de las nuevas tecnologías, hablan en su web del uso del Grasshopper en el diseño industrial.

El  Grasshopper es un diseño digital en 3D, que se realiza con un software llamado Rhinonceros que permite crear diseños complejos por medio de algoritmos y parámetros, de una manera más o menos sencilla. Sin necesidad de utilizar programación. En lugar de usar líneas de código, se emplean bloques y elementos pre-configurados para concretar diseños de una manera interactiva e intuitiva.

El empleo de líneas superpuestas va presentando al diseñador una perspectiva tridimensional de su trabajo en tiempo real, pudiendo analizarlo desde diferentes perspectivas y ángulos que ayudan a pulir el diseño. El Grasshopper se utiliza actualmente en arquitectura, diseño de estructuras, maquetas, joyería, moda, muebles, y un largo etc.

A pesar de su mayor simplicidad, lógicamente, el diseñador debe conocer cómo funciona el programa y tener conocimientos técnicos sobre perspectivas, geometría y sobre las características de los materiales que va a utilizar en la fabricación.

El CAD/CAM (Diseño y fabricación asistida por ordenador), una tecnología ampliamente utilizada en la ingeniería industrial y en el campo de la salud, tiene su implantación en el diseño industrial. Con este sistema informático, el diseñador puede simular pruebas para concretar sus diseños.

Cómo estudiar diseño.

A día de hoy, en España, el diseño se puede estudiar por dos vías. A través del Grado de Diseño, que es un grado universitario, impartido por las Escuelas Superiores de Diseño, que tiene una duración aproximada de 4 años (240 créditos) o a través de un doble grado relacionado con carreras como ingeniería, bellas artes, márquetin o comunicación.

Tanto en una opción como en la otra, la formación se va especializando dando lugar a una certificación específica como diseño de modas, diseño gráfico, diseño industrial, diseño de interiores, etc.

En la carrera se estudian asignaturas como fundamentos del diseño, historia del diseño, tipografía, dibujo técnico, tecnología de los materiales, uso de herramientas informáticas, sostenibilidad y ergonomía, comunicación visual y branding, y diseño UX/UI, entre otras.

Como todas las formaciones, tiene un lado teórico, imprescindible para dominar los conceptos y no ir perdido, pero el estudio se caracteriza por su aspecto práctico. Ligado a la producción y lo que se demanda en el mercado laboral.

Si bien hay escuelas superiores de arte y diseño (públicas) en varias comunidades autónomas, esta carrera está principalmente impartida por centros privados, algunos de ellos de reconocido prestigio, que suelen tener contacto con empresas del sector y que facilitan que la formación se complemente con prácticas en empresas.

Al final, con esta instrucción se forman profesionales ligados a las necesidades de la producción y con un alto nivel de inserción profesional.

Si te gusta el dibujo y las últimas tecnologías, estudiar diseño es una opción interesante para formarte profesionalmente.

 

 

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